viernes, 28 de febrero de 2014

Historia y leyendas del ajedrez.



La leyenda es un género literario que se nutre de la imaginación y que se transmite de generación en generación en forma oral o escrita donde se mezclan verdades y mentiras.

La primera de las leyendas, que nos habla de cómo se invento el ajedrez es la siguiente:

Hace mucho tiempo reinaba en la India un príncipe llamado Iadava. Sus amigos estaban muy preocupados por él, pues últimamente estaba siempre triste y taciturno. Hasta la aldea de Lahur Sessa, un joven brahmán, llegó la noticia de la tristeza del monarca. Así pues Lahur Sessa paso días y noches creando un juego que distrajera y lo hiciera feliz.

Sessa explicó al rey Iadava, a los visires y a toda la corte las reglas del juego. Era un gran tablero cuadrado dividido en 64 casillas. Sobre él se colocaban dos series de piezas, unas blancas y otras negras. Las formas de las figuras se repetían simétricamente y había reglas curiosas para moverlas.

Iadava agradecido por la gran inteligencia de Sessa y le ofreció darle lo que él pidiera. Lahur "sólo" le pidió granos de trigo:

Un grano por la primera casilla del tablero, 2 por la segunda, 4 por la tercera, 8 por la cuarta, y así doblando sucesivamente hasta la última casilla.

Al oír la petición de Sessa todos rieron, e incrédulos no acertaba encontrar la causa de que Iadava se conformara con tan poco, pudiendo solicitar oro y riquezas El soberano, llamó a los algebristas de su corte para que hicieran el cálculo del numero de granos que debía entregar al brahmán. Cuando éstos hicieron el cálculo, cayeron en la cuenta, que no había suficiente trigo en el reino, ni en otros para pagar esa cantidad.

Ya que ascendía a: 18.446.744.073.709.551.615 granos de trigo es decir diez y ocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince granos de trigo. Una libra de trigo, contiene 12.750 granos aproximadamente. ¡Calcúlese las libras que necesitaba el rey para premiar al sabio! Más de las que produciría en ocho años toda la superficie de la Tierra. El rey no podría pagar tal cantidad de granos. Pero Sissa renunció a su recompensa. Tenía suficiente con saber que el rey volviera a estar feliz.

El matemático estadounidense Claude Shannon estimó el número de jugadas posibles en 10 elevado a 120, o lo que es lo mismo, un uno seguido de 120 ceros lo que nos da la siguiente cifra:

1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.

000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000

El número total de partículas subatómicas que contiene el universo solo asciende a 10 elevado a 80.

La Leyenda del tributo.

Otra de las fabulaciones más conocidas también sobre el ajedrez es la llamada Leyenda del tributo, narrada por el poeta Abdul Qasim Mansur (939-1020), llamado Firdawsi “el Paradisíaco”, en el poema épico Shahnama (Libro de los Reyes), un manuscrito que aún se conserva, compuesto por cerca de 50.000 versos, en el que el autor asegura que invirtió 35 años de trabajo.

La leyenda cuenta que el rey persa Nushirwan (521-578) aceptó recibir en su salón del trono de palacio a una embajada del rey Devasarma, el “Gran Rey de las Cinco Indias”, entonces tributario del gran imperio persa. En homenaje a su soberanía, el embajador depositó a sus pies un tablero de ajedrez junto con las piezas de marfil y ébano. Pero el tablero venía acompañado de una carta en la que el rey indio, de su puño y letra, decía: «...Os ruego examinéis este juego y lo sometáis a la vista de los más grandes sabios de vuestro reino. Dejadles deliberar con cuidado para descubrir, si pueden, los principios de este juego maravilloso. Si conseguís conocer su secreto, os prometo reconocerme como hasta ahora tributario de Vuestra Majestad; de lo contrario, como estará claro que no nos igualáis en ciencia, seréis Vos quien deberá someterse a pagarme tributo, porque la verdadera grandeza del hombre consiste en su sabiduría y no en los territorios, los ejércitos y los tesoros, cosas perecederas.» 


El rey Nushirwan meditó sobre el contenido de la carta. Después examinó cuidadosamente el tablerg y las piezas e hizo algunas preguntas acerca de la naturaleza y el uso de éstas. «Majestad ?le respondió el embajador indio?, lo que deseáis saber sólo se aprende jugando el juego; lo único que puedo deciros es que el tablero representa un campo de batalla y que las piezas son las fuerzas empeñadas en el combate». El rey persa pidió siete días para reflexionar, y, llegado el octavo día, se comprometió a jugar una partida y a reconocer la inferioridad de su reino en caso de no descubrir el secreto.

Pasaba el tiempo acordado sin ningún resultado positivo, y, cuando el enigma parecía ya imposible de resolver, Wujurgmitr, primer consejero del rey, se ofreció a resolverlo en el último día de plazo. Éste se encerró con el juego en un lugar reservado del palacio; examinó el tablero y cada una de las piezas y se adentró en las posibilidades de su funcionamiento, hasta que, por fin, toda la verdad se le reveló. En aquel momento salió corriendo de la habitación en la que estaba para buscar al rey y, cuando lo encontró, le dijo: «¡He logrado descubrir la naturaleza del juego!». Más tarde, la corte se reunió para informar a todos de la buena noticia.

Pasados unos días, llegó a palacio el embajador del rey Devasarma y repitió ante el rey persa el mensaje de su soberano. A éste le contestó Wujurgmitr, explicándole el tablero y el ordenamiento de las piezas y sus movimientos ante una asamblea multitudinaria muda de admiración. Entonces el embajador indio se retiró, considerando a Wujurgmitr como un hombre cuya inteligencia era superior a la de los simples mortales, mientras que el rey persa, agradecido, colmó a su consejero de los más grandes favores y dignidades.

La leyenda de Dilram.

Dilram era la esposa favorita de un noble árabe, que la amaba profundamente y que, además, era un gran entusiasta del ajedrez. Éste creía que nadie le ganaría jugando al ajedrez y, por ello, siempre menospreciaba a sus rivales.

Pero un día recibió una severa lección, ya que, convencido de no tener rival en el juego del ajedrez, llegó a apostar a su amada esposa en una partida. Las cosas empezaron a complicarse de tal manera que su contrincante estaba a punto de darle jaque mate, lo que suponía, además de sufrir un buen golpe en su orgullo, la pérdida de su esposa para siempre.

Dilram al ver la situación y exclamó: «¡Sacrifica tus dos torres, pero no a mí!» Entonces, tras un momento de reflexión, su marido jugó la siguiente combinación: 1. Ta8+ Rxa8; 2. Ac4+ Rb8; 3. Ta8+ Rxa8; 4. b7+ Rb8; 5. Ca6++, la cual le hizo ganador de la partida y pudo conservar a su esposa.

¿Cómo se origino el ajedrez?

El ajedrez tiene más de mil doscientos años de historia. Como hemos visto existen muchas leyendas sobre el origen del ajedrez. Hoy se cree que el ajedrez proviene del juego de mesa llamado shatraj, que se derivo de otro juego el chaturana, que se jugaba en la India durante el siglo el siglo VI.

Unos arqueólogos que penetraron en la tumba del emperador Tutankamon (. 1300 a. C.) hallaron un tablero cuadriculado y piezas muy parecidas al ajedrez, aunque en menor número. Este tablero se conserva en el museo de El Cairo.

Hakim Abol-Qasem Firdusi fue un poeta persa y en su obra, Shah-Nameh o el Libro de los Reyes nos descubre el origen del chaturanga donde plantea que el juego se creó debido a una discusión que se presento tras una guerra de sucesión al trono entre dos hermanos. Para resolverla, un grupo de sabios decidió reproducir dicha batalla dibujando en el suelo los escaque del ajedrez, y usando figuras de madera oscura y otra de marfil blanco, estas estatuillas representaban a los dos grupos es disputa, atrás del grupo de infantes se colocaron ordenadamente, al rey, a su general, a dos elefantes,(los actuales alfiles) a dos carruajes (los actuales caballos) y a dos caballeros con sus respectivos caballos.


 Así a cada figura se le atribuyó el papel que habían jugado en la citada batalla y lo representaron mediante movimientos sobre las casillas de esta manera el general no se podía mantener alejado de su rey más de una casilla, el elefante se desplazaba tres casillas verticalmente, el caballero se desplazaba tres casillas diagonalmente y los soldados de infantería se desplazaban una casilla hacia adelante.

El término chaturanga esta formada por la palabra: chatur que significa "cuatro" y anga que significa "miembros" ó "fuerzas", es decir las cuatro fuerzas que integraban un antiguo ejército, como lo fueron: la infantería, la caballería, los elefantes y los carruajes. De esta forma el juego represento una guerra denntro de en un tablero de 8 x 8

Otros piensan que el actual ajedrez se derivo de la fusión de dos juegos uno que ya hemos descrito el Chaturanga y de otro que jugaron los griegos, cuyo nombre fue Petteia (que significa guijarros, piedras, o peones)

Este juego llegó a la India proveniente de la Grecia Antigua, debido la conquista que Alejandro Magno hizo a dicha nación alrededor del año 327 antes de cristo Siendo los soldados griegos los que llevaban el juego consigo y lo trasladaron al pueblo hindú. Una vez en la India, la Petteia se fusionó con el chaturanga.

Este paso fue de gran importancia para el ulterior desarrollo del ajedrez, porque sucedió que el juego ya no se ganaba, debido al factor suerte, sino a la reflexión y al uso del conocimiento y de la inteligencia de los participantes. La Petteia era un juego de estrategia, que no utilizaba los dados para dictaminar el movimiento de las piezas, sino que utilizaba el pensamiento y la táctica, el azar o la suerte, ya no influía en el resultado.

El ajedrez propicio la vivacidad, una innumerable riqueza de las combinaciones, apoyo la profundidad del pensamiento, su originalidad. En el ajedrez la variedad de pensamientos no es sólo una condición para el éxito, sino también un factor que le otorga belleza a una partida.

Durante la partida de ajedrez, la atención se dirige a determinados elementos, a las piezas y sus movimientos, a la utilidad y la eficacia de estos, a las posibles combinaciones, a sus secuencias, a sus variantes, a las respuesta del contrincante.. Durante la partida se gestan los planes, y se llevan a cabo en lo posible, nuestras ideas.

El ajedrez a través del tiempo se convirtió en un juego donde los ajedrecistas deben analizar las diferentes etapas del juego e intentando esclarecer la posición en cada fase, examinando una multitud de posibles variantes.

David Bronstein uno de los mejores ajedrecista rusos dijo:"El ajedrez es infinito y los ajedrecistas, a fin de no perderse en su inmensidad, se guían en la evaluación de las posiciones y elección de planes por ciertos signos clave, tales como peones débiles, líneas abiertas, ventajas de desarrollo, buenos y malos alfiles, reyes mal protegidos, entre otras cosas".

Savielly Tartakower, en su libro, "Sugestiones para la estrategia ajedrecística", escribió: "Lo característico en el ajedrez consiste en obtener ganancias para lograr el triunfo. Únicamente quienes consiguen una pequeña ventaja en fuerza, tiempo, espacio, pueden esperar que el adversario quede aniquilado. Esta ventaja en algo (o si así preferimos llamarla, predominio de posición) puede consistir ya en fuerza (obtención de la iniciativa) o en tiempo (ganando tiempo en el desarrollo del juego) o en masa (conquista de un peón o pieza mayor) o finalmente en espacio, dando lugar a las partidas de bloqueo."


Como hemos visto el actual ajedrez es el resultado de años de evolución, de un juego de guerra, que ha tenido un sinfín de cambios e innovaciones, por las civilizaciones, con la que tuvo contacto. Veamos que paso en España.

La llegada a Europa del ajedrez


El juego de ajedrez llegó a Europa entre los años 700 y 900, a través de la conquista de España por los árabes. Durante la Edad Media, España e Italia eran los países donde más se practicaba. En España se jugaba de acuerdo con las normas árabes. El Rey de España Alfonso X el Sabio fue quien escribió un manuscrito: el ‘Libro del Acedrex’. En la introducción del libro nos explica que Dios quería que los hombres tengamos todo tipo de diversión en un juego intelectual que enseñaba las estrategias de guerra, de política, y de vida. Así Alfonso el sabio quien fue un traductor de varios tratados de ajedrez árabe e introdujo en la edad media, a España este conocimiento oriental, así como sus reglas para jugarlo.

Durante este tiempo, el ajedrez experimentó un importante cambio, convirtiendo a la reina que se consideraba débil (porque solo caminaba un paso) en la pieza más poderosa sobre el tablero. Otro cambio fue a los peones se permitió avanzar dos casillas en su primer movimiento y se introdujo la regla conocida como en passant (comer al paso), que permite capturar el peón que sigue su marcha y no come la ficha que se le ha ofrecido por una determinada estrategia.

Ilustración Alfonso X "Libro de acedrex, dados e tablas"

En el año 1498 apareció un libro de ajedrez de Luis Ramírez de Lucena: Repeticion de Amores e Arte de Axedres con CL Juegos de Partido.. Contiene doce aperturas según las nuevas reglas y treinta problemas de ajedrez. Hacia 1512 aparece en Roma el libro de aprendizaje de Pedr Damiano titulado Questo libro e da imparare giocare a scachi et de le partite. Esta primera edición marcó el comienzo del ajedrez moderno.

La gente de otros países también aprendieron el ajedrez, llegando a tener magníficos jugadores, que llegaron a dominar el ajedrez, como: Italia, Francia e Inglaterra. El ajedrez se popularizo, pasando de ser un juego practicado por la nobleza, a ser un juego que se practicaba también en los cafés y en las universidades.

La inclinación por el ajedrez creció de forma inusual y el nivel del juego se perfecciono. Se instituyeron partidas y torneos con mayor frecuencia. Se fundaron escuelas aprendizaje mejorando cada vez la calidad del juego. Aparece una nueva regla el enroque, así como las tablas en 50 movimientos.

Así surgen ajedrecistas que se convirtieron en leyendas como: Lucena, Damiano y Ruy López (La apertura española como hoy se le conoce es creación de Ruy Lopez). Y en Francia Jugadores como Philidor quien era un músico y escribió un libro que titula: Análisis del juego de ajedrez . Él hablaba de que los peones son el alma del ajedrez, resaltando la importancia de los peones. Otros jugadores como: Ponziani y Allgaier, tambien aportan al juego los conceptos elementales de estrategia y táctica. Estos cambios establecen los principios básicos de las aperturas, medio juego y finales.


Casi al terminar el siglo décimo sexto, Ruy López de Segura se convirtió 
en el mejor jugador del mundo. Fue derrotado en 1575 en el primer torneo internacional de la historia organizado en la corte de Felipe II por el calabrés Giovanni Leonardo da Cutro, quien a continuación venció también al mejor jugador portugués, El Morro, y de regreso en Madrid, a su paisano Paolo Boi. De entre los mejores ajedrecistas de su tiempo destaca también Giulio Cesare Polerio. Estas personalidades fundaron la época dorada del ajedrez italiano, que finalizó en 1634 con Alessandro Salvio y la muerte de Gioacchino Greco.

A finales del siglo décimo sexto era Ruy López de Segura el mejor jugador del mundo. Fue derrotado en 1575 en el primer torneo internacional de la historia organizado en la corte de Felipe II por el calabrés Giovanni Leonardo da Cutro, quien a continuación venció también al mejor jugador portugués, El Morro, y de regreso en Madrid, a su paisano Paolo Boi. De entre los mejores ajedrecistas de su tiempo destaca también Giulio Cesare Polerio. Estas personalidades fundaron la época dorada del ajedrez italiano, que finalizó en 1634 con Alessandro Salvio y la muerte de Gioacchino Greco.

En el siglo XIX, se celebra un encuentro de importancia entre dos ajedrecistas, para definir quién es el mejor jugador del momento: uno fue La Bourdonnais y el otro Mc La Bourdonnais resultando vencedor el primero.

A través del tiempo surgieron formidables jugadores como: Staunton, Anderssen, Blackburne, Morphy, Petrov, Zukertort. Otra novedad resulto ser la aparición de los relojes para el control de la duración de las partidas.

A finales del siglo XIX se celebra el primer Match por el Campeonato del Mundo entre Steinitz y Zukertort ganando el primero y proclamándose primer campeón del mundo de forma oficial. A partir de entonces, se llevan a cabo certámenes entre el campeón del mundo y un aspirante al título.

En el siglo XIX, se celebra un encuentro de importancia entre dos ajedrecistas, para definir quién es el mejor jugador del momento: uno fue La Bourdonnais y el otro Mc La Bourdonnais resultando vencedor el primero.

A través del tiempo surgieron formidables jugadores como: Staunton, Anderssen, Blackburne, Morphy, Petrov, Zukertort. Otra novedad resulto ser la aparición de los relojes para el control de la duración de las partidas.

A finales del siglo XIX se celebra el primer Match por el Campeonato del Mundo entre Steinitz y Zukertort ganando el primero y proclamándose primer campeón del mundo de forma oficial. A partir de entonces, se llevan a cabo certámenes entre el campeón del mundo y un aspirante al título.

Cada generación tiene dos o tres jugadores que se incorporan a las leyendas del ajedrez tales como: Lucena, Ruy López, Bourdonnais, Philidor, Staunton, Anderssen, Blackburne, Morphy, Steinitz, Lasker, Mijael Thal, José Capablanca, Bobby Fisher, Garry Kaspárov, etc.

Veamos ahora los cambios dentro del ajedrez relacionados con el ritmo de juego a través del tiempo:

Hasta mediados del siglo XIX, las partidas de ajedrez se jugaron sin ninguna limitación en el tiempo. Haciendo las partidas s y aburridas Muchos jugadores se rehusaban continuar las partidas. En muchos encuentros los participantes en el encuentro tardaban hasta una hora en hacer un movimiento. En el match entre McDonnell y Labourdonnais en 1834, los jugadores en repetidas ocasiones tardaron un tiempo excesivo en mover, a veces hasta 1 hora.

En 1836 Pierre-Charles Fournier de Saint-Amant un jugador Francés quien alguna vez venció a Stauton y editor de la revista "Le Palamede" hablo sobre implantar en las partidas un límite de tiempo. En el torneo de 1851 en Londres, Staunton abandonó una partida por que su oponente Williams,tardaba demasiado en mover.

Al año siguiente un límite de tiempo de 20 minutos por jugada fue introducido en un match entre Harrwitz y Lowenttal. Harwitz ganó, y Lowenttal culpó de su derrota a la falta del tiempo necesario para pensar.

Limitar el tiempo para cada movimiento se hizo costumbre, y rebasar el tiempo límite fue motivo de una penalidad. Cuando Anderssen jugó contra y Kolisch en 1861 se utilizado un reloj de arena y cada jugador tenía que hacer 24 movimientos en 2 horas.

El torneo de Londres de 1883 fue jugado al ritmo de 15 movimientos por hora. Entre otros Tarrash fue un férreo opositor al control del tiempo. Por mucho tiempo se ha usado en los torneos más importantes 40 movimientos en 2 horas y media y 16 movimientos en cada hora subsiguiente.

Bronstein y Fischer, ambos jugadores de ajedrez. Idearon ritmos de juego con tiempo añadido.En la modalidad de tiempo añadido, los contendientes reciben un determinado "tiempo principal de reflexión". Además, por cada jugada reciben un "tiempo extra fijo". El descuento del tiempo principal comienza sólo cuando el tiempo extra se ha terminado. El tiempo añadido intenta que un jugador no pierda una partida porque se le ha caído la bandera.

Las palabras cambian son producto de la evolución a lo largo de milenios, durante los cuales recorren las más variadas tierras, eras y culturas, modificándose. El chaturanga penetró en Persia en el siglo VI de nuestra era, donde sufrió diversas modificaciones. En efecto, al llegar a este reino milenario, el chaturanga dejó de jugarse con dados, como en la India, y su nombre se convirtió en chatrang, que luego los árabes cambiaron a shatranj. Buena parte del vocabulario jerga ajedrecístico surgió n en Persia, donde tuvo su gran apogeo. Así, 'jaque mate' proviene de sha mat, que significa “el rey esta atrapado” o “el rey no tiene escapatoria”

Llevado por los árabes a España, el nombre del juego evolucionó a axatraz y, más tarde, a axedrez, que fue como lo llamó el ajedrecista español Ruy López de Segura en su Libro de la invención liberal y arte del juego de axedrez, publicado en 1561 y considerado hasta hoy una referencia para los estudiosos.

El nombre antiguo de la torre, roque, registrado por el Diccionario de la Real Academia Española como voz antigua, deriva del persa rukh 'roca', 'atolón', que luego los árabes utilizaron en la Edad Media para designar a sus carros de guerra. De ahí proviene el nombre 'enroque', una jugada de rey y torre al mismo tiempo. En ciertos festivales tradicionales de Valencia, todavía circula una carroza que se denomina 'roque', como los carros de guerra de los persas.

El nombre 'alfil' proviene del árabe fil 'elefante', pues esta pieza representaba el ala de los guerreros que combatían montados en paquidermos. Curiosamente, la pieza tiene el nombre de bishop 'obispo' en inglés y bispo en portugués, traducido, probablemente, por los monjes ajedrecistas del medievo.

Todo apunta a que, de la India, el ajedrez pasó a la vecina Persia (Irán). Un país donde se hizo muy popular y en muy poco tiempo.

Los infantes persas eran los "piyadah" hoy peones.  Otro cambio para bien del ajedrez.

Los árabes no jugaban al ajedrez en silencio. En la edad Media tampoco se asocio al ajedrez, con el silencio. Cuando una pareja de jugadores se enfrentaba, solía formarse a su alrededor un grupo de aficionados que comentaban la partida y proponían movimientos.

El guardar silencio durante la partida se impone en la modernidad. Hoy nadie duda de la necesidad del silencio, por ser este una gran ayuda para una plena reflexión.

El ajedrez incrementa nuestra capacidad de decidir decisión, mediante la elección de una respuesta, ante varias alternativas. Por eso hoy dentro de un torneo están prohibidos los teléfonos celulares, por el bien del juego. Esta medida no va en contra de la idea del ajedrez, ni de la competición muy al contrario. Lo importante de un torneo es que se ambos jugadores lo hagan en las mejores condiciones de ecuanimidad y concentración.

La convivencia diaria, requiere de normas que aceptamos, acatamos y respetamos por un principio de rectitud, si convenimos en un reto admitimos sus reglas. El ajedrez tienes las propias que se adecuan a los tiempos. Decenas de años antes, nadie imagino un sonido, dentro de la sala de juego de ajedrez, proveniente de un aparato de comunicación personal, importunado la reflexión del contendiente y la propia. Esta distracción se extiende a los ajedrecistas que compiten en mesas contiguas.

Una partida de ajedrez es un duelo de inteligencia que normalmente se efectúa en silencio. El cálculo, las deducciones, los movimientos se hacen de manera callada, sin hacer ruido, por respeto al otro.

¿Se habrá finalizado los cambios en el ajedrez? 

jueves, 27 de febrero de 2014

La música y el ajedrez



En la Edad Media, un músico persa con el nombre de Ziriab, introdujo el ajedrez en 822 en el califato español de Córdoba y a partir de esto se empezó a expandir por todo el mundo. Fue el primer músico que supo jugar al ajedrez.

A él, le siguieron muchas personas, con gran talento, que realizaban con una mano una jugada de ajedrez y con la otra tocaban el laúd, a estos caballeros les seguíeron famosos compositores que también jugaban ajedrez como: : Frédéric Chopin, Feliz Mendelssohn-Bartholdy, Dmitri Schostakowitsch, Nikolai Rimski-Korsakow, Richar Strauss, Beethoven, Robert Schumann, Arnold Schönberg, Sergei Prokofiew, Arthur Bliss, Nikolai Rimski-Korsakow Robert Schumann , Dimitri Schostakowitch, a Alexander, Skrjabin, Sergej Tanejew, Maurice Rave, David Oistrach, Paul Badura Skoda, Marc Taimanov, Miquel Farré.

 
François-André "Philidor" entro a la corte de Versalles a los 6 años como paje y a los 12 años este niño compuso canciones clericales, desarrollando con el tiempo sus dotes para componer operas cómicas. A cargo de su educación estuvo el compositor André Campra.

François-André Danican  provenía de una familia de músicos y aprendió a jugar ajedrez en el palacio de Versalles, observando las partidas, que los artistas jugaban entre si. Al poco tiempo, vencía a todos sus adultos rivales. Fhilidor fue un parroquiano más del Café de la Régence, ahí conoció a Kermur Sire de Légal, un jugador de ajedrez de inteligentes e imaginativas combinaciones, famoso por su fuerza y sus proezas dentro del tablero, además por su mate llamado Legal. Kermur se convirtió en maestro de Fhilidor. 

En el el año de 1882 (A
ños después de la muerte de François-André)  se estrenó en el teatro de París la opera “Victoria de Philidor”, sobre el libreto de Avrama Drajfus, y con la música de Amadeo Ditak. El personaje principal de esta ópera cómica fue Francois Philidor.

La obra musical se desarrolla en París, durante el año de 1777. Philidor jugaba y ganaba en el famoso “Café de la Regence”(en Paris) donde no encontraba un rival que le hiciese frente. En un momento dado, apareció un músico pobre llamado Rishar, muy aficionado al ajedrez, que estaba enamorado de la hija del dueño del café y deseaba casarse con ella. Su padre Bujindi no quería que su hija, Dora, se casara con un chico pobre. Rishar y Dora sentían un profundo amor y sufrían por no poder estar juntos.

Ante la presión de los jóvenes, Bujindi tomó una decisión; Prometió la mano de su hija si Rishar podía ganarle una partida a Philidor, algo imposible; ya que jugadores mucho mejores que Rishar no habían podido derrotar al campeón. Entonces Philidor, para salvar el amor entre los enamorados, dijo que le iba a buscar trabajo en una orquesta a Rishar y que él mismo iría cada día al café a jugar unas partidas, aumentando así las ganancias del dueño, Bujindi, pero que si no consentía la boda no aparecería más por el café. Así pues, el padre de Dora, ante las pérdidas económicas que le podía suponer la ausencia de Philidor terminó por autorizar la boda.

Muchos músicos y compositores nos han dejado obras tan bellas como: La polonesa, los nocturnos de Chopin , el primer movimiento del Concierto para piano de Robert Schumann, el Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, Las cuatro estaciones de Vivaldi, Carmen de Bizet, la Sonata Claro de Luna de Beethoven , el Sueño de Amor de Liszt, el Bolero de Maurice Ravel, el Ave Maria. Schubert, el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. Y dentro del ajedrez existen y conocemos partidas bellas como: la Inmortal de Anderssen, (Anderssen contra Kieseritzky ) la lanzadera de Carlos Torrre contra Lasker, El mate de Morphy contra Louis Paulsen, el ataque Marshall contra Capablanca , o la partida de Fischer contra Byrne, entre otras.

Juan María Solare
 es un músico y pianista, nacido en Buenos Aires, quien compuso (Ajedrez I y II,) sobre los poemas del escritor argentino Borges: así como Ben Oni y Zugzwang ("quince miniaturas sobre la estrategia del ajedrez, para violín o flauta, saxo alto o clarinete, bajo doble o violoncello y piano o sintetizador"),

Otra obra versa sobre "El jugador de ajedrez" (1927)  y es una obra para piano, de 135 minutos de duración, compuesta por Henri Rabaud para el film dirigido por Raymond Bernard, otra obra musical es Jaque mate (1937) que ha interpretado el ballet de Sir Arthur Bliss con coreografía de Ninette de Valois.

Otras obras son: es 8x8 Sonata Ajedrecística, de Hans Richter; Juegos imaginarios (1993) de Ake Parmerud ("basados" en la 22a. partida del match Karpov-Kasparov de 1992) y Bocetos de ajedrez (1996) de Murielle Lucie Clément, ópera breve"para dos sopranos y tablero" ("basada" en la partida que Ljubomir Ljubojevic ganó a Kasparov en Bruselas.


Dentro de la música popular contemporánea existen grupos y cantantes que interpretan canciones con letras que hacen referencia al juego del ajedrez, como Mecano, con la canción “Peón de rey negro”, David Bisbal con “Torre de Babel”, Melendy con el tema” por amarte tanto” y Ricky Martin con “ juego de ajedrez”
Para finalizar las palabras del  gran Maestro en ajedrez, el Dr. Siegbert Tarrasch quien aseguraba:. "El ajedrez, como el amor, como la música, tiene la virtud de hacer feliz al hombre”


miércoles, 26 de febrero de 2014

La cultura y el ajedrez



El escritor Argentino Borges aseguró: “El ajedrez es uno de los medios que tenemos para salvar la cultura, como el latín, el estudio de las humanidades, la lectura de los clásicos, las leyes de la versificación, la ética. El ajedrez es hoy reemplazado por el fútbol, el boxeo o el tenis, que son juegos de insensatos, no de intelectuales”

El escritor y ajedrecista Juan José Arreola expreso: "La famosa inteligencia es la capacidad de unir unas cosas con otras, de ligar hechos correspondientes."  También aseguro “El ajedrez es el único juego que vale la pena jugar porque nos sobrepasa, como las piezas de Shakespeare o las novelas de Dostoievsky... es arte, ciencia, deporte, es entretenimiento y es, sobre todo, misterio".

El ajedrez forma parte de la cultura de la humanidad.

El término cultura proviene del latín cultus que a su vez deriva de la voz colere que significa cuidado del campo o del ganado. En el siglo XIII, el término cultura se empleaba para designar una parcela cultivada. El termino cultura paso a entenderse como el cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre. Durante una época llamada la Ilustración surge el termino civilización, como sinónimo de cultura. Esta palabra aparece por primera vez en la lengua francesa del siglo XVIII, y con ella se significaba la refinación de las costumbres. Civilización es un término relacionado con la idea de progreso y que aspira a que la humanidad logre abatir a la ignorancia

En general, la cultura abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta, las normas de comportamiento y las costumbres, son aspectos que se incluyen en la cultura.

Otra definición establece que la cultura es el conjunto de informaciones y habilidades que posee un individuo. Para la UNESCO, la cultura permite al ser humano la capacidad de reflexión sobre sí mismo: a través de ella, el hombre discierne valores y busca nuevas significaciones.


El ajedrez se incorporo a nuestra cultura desde tiempos inmemorables y ha influido en la ciencia, en la literatura, en el cine, en la música, el teatro, en las artes n general, y en el divertimiento.

Los valores del ajedrez están al servicio de la humanidad; miles de notables pensadores y hombres de acción: filósofos, científicos, literatos, compositores, militares, políticos, así como hombres y mujeres en general comunes han y disfrutado del más universal de los juegos, que es el ajedrez.

El ajedrez aporta beneficios a nuestra educación, porque el ajedrez desarrolla la capacidad de análisis y la toma de decisiones, enseña a valorar situaciones, estimula el ejercicio de una gran diversidad de aspectos de la inteligencia. El ajedrez tiene una amplia capacidad formativa que ayuda a la mejor comprensión y asimilación de cualquier materia, por lo que contribuye a elevar la posibilidad de aprendizaje de cualquier asignatura y que los niños y niñas sean mucho más eficaces en el ejercicio de las tareas que tengan que llevar a cabo.

El talentoso pintor Marcel Duchamp que en el campo de la escultura fue pionero en dos de las principales rupturas que ocurrieron en la cultura del siglo XX: el arte cinético y el arte ready made. Marcel pinto varios cuadros donde el ajedrez fue el motivo principal, él mismo fue 5 veces representante de Francia, en las olimpiadas mundiales de ajedrez.

Albert Einstein (1879-1955) fue un gran aficionado al ajedrez. Como otros genios del pensamiento universal, vio en el milenario juego una clara alegoría de la vida, calificó al ajedrez como "un juego que posee contenido de verdad" y un "maestro que fortalece el espíritu y alivia los sufrimientos de la vida."

El ajedrez está presente en la obras de genios como Cervantes Saavedra autor de el Quijote, de Jorge Luis Borges, de Dante Alighieri, de Shakespeare o Goethe, de Freud, de Vladimir Nabocov entre otros. El ajedrez es universal, es un acervo cultural de la humanidad. El escritor Stefan Zeweig se dio a la tarea de escribir una novela sobre el ajedrez (“Novela de ajedrez”) 


Miguel de Cervantes (1547 - 1616) escribe en su obra Don Quijote de la Mancha

"...del juego del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio; y en acabándose el juego, todas se mezclan, juntan y barajan, y dan con ellas en una bolsa, que es como dar con la vida en la sepultura."


Jacinto Benavente (Madrid 1866 - Galapagar 1954) fue un dramaturgo, director, guionista y productor de cine español, Premio Nobel de Literatura 1922. Sobre el ajedrez dijo:

"El ajedrez, interesantísimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tablero de ajedrez al que unos seres superiores juegan con nosotros como nosotros jugamos con las figuras del ajedrez."

Los Hindúes referían del ajedrez lo siguiente: Sus virtudes son tan innumerables como los granos de arena de un desierto. Cura la mente enferma y la ejercita en salud. Es un descanso para el intelecto sobrecargado y el distensión para el cuerpo fatigado Alivia las penas y aumenta el sentimiento

En Estados Unidos, Benjamín Franklin, escribió en el siglo 18, el libro titulado: “La moral del ajedrez”, en el que pondera las virtudes políticas que fomenta su práctica: previsión, circunspección, perseverancia, disciplina, criterio. Y también certificó: “La vida es como el Ajedrez, con lucha, competición, y eventos buenos y malos. El Juego del Ajedrez no es meramente una vaga diversión. Muchas cualidades valiosas de la mente, útiles en el curso de la vida, podrán ser adquiridas o reforzadas con el juego ciencia, hasta llegar a ser hábitos, para toda ocasión. La vida es una clase de Ajedrez, en que tenemos a menudo puntos por ganar, y competidores y adversarios con los que hay que luchar, en la vida existe una variedad de acontecimientos, buenos y malos. Jugando al ajedrez, entonces, podemos aprender: previsión, prudencia, cautela, y por último, nos instruimos en el hábito de no ser desalentados por las actuales y malas circunstancias, en el estado de nuestros asuntos, así aprendemos a esperar un cambio favorable, prosiguiendo en la búsqueda de soluciones y recursos”

Sería imposible enumerar todas las obras escritas, novelas, cuentos, en donde el ajedrez es parte de la trama, pero enumeremos algunas: de . S. Eliot (La tierra yerma), Elías Canetti (Auto de fe), de Samuel Beckett (Murphy, Final de juego), de Arrigo Boito (El alfil loco), d Massimo Bontempe lli (El tablero ante el espejo), de Italo Calvino (Las ciudades invisibles),de Paolo Maurensig (La variante Lueneburg). Las Aventuras de Alicia a través del Espejo, de Lewis Carroll, desarrollan un disparatado problema de ajedrez dentro de la trama.

 Flor de María Serrano de Sundby analizo cómo la novela de escritor mexicano Vicente Leñero “La vida que se va” y asegura que la misma tiene un diseño que se basa en tres aspectos fundamentales del juego de ajedrez: 1) las posibilidades infinitas de combinar, 2) la alteración del sistema por cada opción tomada y 3) la dualidad u oposición de contrarios.

Concluye que la novela está estructurada en función de aspectos fundamentales del juego de ajedrez que Leñero, a través de su personaje principal, logra mostrar las limitaciones del ser humano que al elegir una opción descarta la novela La vida que se va está estructurada en función de aspectos fundamentales del juego de ajedrez que Leñero, a través de su personaje principal, logra mostrar las limitaciones del ser humano que al elegir una opción descarta otras, pero al recrearlas en un relato, puede optar por todas. Así la novela, como el ajedrez, permite infinitas posibilidades de combinaciones, pero al recrearlas en un relato, puede optar por todas. Así la novela, como el ajedrez, permite infinitas posibilidades de combinaciones.

Su análisis prosigue y manifiesta la autora de la tesis “El ajedrez es sin duda el juego más intelectual que existe - a decir de los conocedores- es un juego en el que se representa una confrontación entre opuestos y sus elementos simbolizan a los seres humanos; el tablero al mundo, al universo, a la vida. Los jugadores son el poder exterior que mueve las piezas. Cada jugada de uno de los jugadores determina las opciones del otro. Las posibilidades infinitas de combinar, la alteración del sistema por cada opción tomada y la dualidad u oposición de contrarios son sus características fundamentales. Estos tres principios básicos del ajedrez, como elementos estructurales de la novela La vida que se va”

Flor de María Serrano nos relata que la protagonista de la novela es una ajedrecista, cerca del final de su vida encuentra la posibilidad de recrear su vida, y como buena ajedrecista que es, sabe que su vida ya está en “jaque”, pero antes del “mate” quiere recrear todas las opciones que tuvo en la vida y las consecuencias que cada una de sus decisiones habría tenido. Así, la anciana, relata diferentes historias sobre aquello que realizó, aquello que tuvo miedo de realizar y aquello que intentó y se frustró. Lo hace como los grandes jugadores de ajedrez: en simultáneas, es decir, ella, como la “jugadora maestra”, va narrando las diferentes historias como si fuera moviendo las piezas alternativamente.


El poeta árabe Al Katib, poeta, escritor, historiador y filósofo escribió:

"El hombre inteligente dispone

los trebejos de manera

que puede descubrir en su colocación,

las consecuencias que escapan

a la vista del ignorante.

Prevé los sucesivos desarrollos

con la mirada segura del sabio

bajo una frívola apariencia.

En esto sirve los intereses

del Sultán, demostrándole en el juego

la forma de prevenir un desastre.

Para el experimentado

la estrategia del tablero

iguala a la de la lanza

y a la de los escuadrones.


¿Como ayuda el ajedrez a la cultura de los niños y jóvenes?

El ajedrez es una recreación de caballeros (quien se comporta con cortesía, nobleza y amabilidad) y los niños aprenden los cánones que rigen el juego y son el fruto de la civilización como: la gallardía, a la cortesía, el respeto, la justicia, la rectitud, la armonía, la paciencia y la cordialidad.

La derrota no empequeñece las cualidades de un ser humano. Los niños y jóvenes aprenden a lo largo de numerosas partidas a perder y a ganar. Quien pierde se enseña a persistir, a perseverar, porque ha introyectado los valores del ajedrez en su ánimo qu son la voluntad, la disciplina y la perseverancia . Quien gana asume su éxito desde la perspectiva que una serie de factores que facilitaron su éxito, entre ellos el estudio y lo acepta con gusto, sin hipocresías, pero sin petulancia. El ajedrez forma a las personas.

El acatamiento y el respeto de las normas son imprescindibles en la convivencia de los niños y ellos lo aprenden en un reducido espacio, llamado tablero. Los infantes esperan un tiempo, para ejecutar su movimiento, ejercitan la paciencia y la condescendencia, sin hacer ruido, para no desconcentrar a su compañero mientras este medita. Las reglas del juego a los niños les ensaña a responsabilizarse de sus actos: “Pieza tocada, pieza jugada” (piensa antes de actuar es el mensaje.)

La estimación por sí mismo, el ajedrez la fortifica, el ajedrez de forma creciente, logra progresos, avances que lo guían a la solución de problemas y a pensar con mayor soltura, con mayor destreza. Practicar el ajedrez crea un círculo de retroalimentación, que respalda la autoestima y una mayor seguridad en las decisiones.

Los niños y jóvenes estudiantes que ejercitan en el ajedrez adquieren el buen hábito de examinar varias alternativas a gran diversidad y complejidad de problemas por solucionar y que dan como resultado una mayor confianza en su imaginación, en su creatividad y en la originalidad de su pensamiento.

La habilidad en el ajedrez es el resultado de un buen número de aptitudes que trabajan juntas. El ajedrez utiliza y evoluciona todas las facultades mentales de un individuo y brinda la satisfacción a los niños el estar con ellos mismos en el acto apartado e incomparable de pensar.

El ajedrez procura el adiestramiento de todas nuestras facultades mentales. Este juego es una actividad en la que la reflexión, la paciencia, la concentración y la serenidad son premisas básicas. Además el ajedrez es un punto de partida para la generación de espacios de encuentro entre los alumnos y la comunidad. El ajedrez alienta en el niño la percepción, el raciocinio y las ideas, lo invita a pensar por sí mismo. El tiempo de ocio, los niños que practican el ajedrez, lo usan para pensar.

Existen siete campos de aptitud que se refieren a los aspectos: verbales, numéricos, espaciales, lógicos, mnemónicos, perceptivos y psicomotores de la inteligencia y el ajedrez estimula cada uno de ellos.

El profesor de historia Lincoln Miaztegui Casas, ha dicho: "Tarea difícil si las hay, la de definir qué es exactamente el Ajedrez. Sin duda se trata de un juego, pero los que padecemos su hechizado embrujo sabemos que es mucho más que eso. Es deporte porque implica una competición, es ciencia pues contiene elementos exactos de índole matemática y es arte porque puede golpear el espíritu con la inaudita potencia de la belleza abstracta. Es, en definitiva, un microcosmos que reproduce, según ciertas normas convencionales, el universo que habita la especie humana, con su turbulencia de ideas y pasiones."

El ajedrez, puede desarrollar más de una veintena de cualidades básicas muy útiles para la vida del ser humano: imaginación, concentración, planificación, previsión, memoria, espíritu de lucha, control nervioso, capacidad de decisión, creatividad, organización, autocrítica, objetividad, intuición, capacidad de cálculo, visión espacial, sociabilidad, lógica, voluntad, entre otras. A lo largo de los siglos el ajedrez se ha ganado a pulso, un lugar dentro de la cultura de la humanidad.

lunes, 24 de febrero de 2014

Poesía y ajedrez



“Las piezas de ajedrez son los componentes del alfabeto que da forma a los pensamientos; y estos pensamientos, además de hacer un diseño visual del tablero de ajedrez, expresan su belleza de manera abstracta, como un poema... He llegado a la conclusión personal de que mientras que todos los artistas no son jugadores de ajedrez, todos los jugadores de ajedrez sí que son artistas”.
 Marcel Duchamp.

Sabemos que el ajedrez ha influido en todas las manifestaciones del arte y la poesía no es la excepción. La poesía es considerada como una manifestación de la belleza, que se logra por medio de la palabra. Así las frases se transforman en sentimientos y emociones.

Repasemosd algunas definiciones de poesía escritas por escritores consagrados:

"Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio. Es lo imposible hecho posible".-Federico García Lorca-

* “La poesía es la musicalidad de las cosas que discurre a ondas para recrear con la palabra imágenes visuales”- Boris Pasternack-

"La poesía es el encuentro después del hallazgo” –Juan Ramón Jiménez –


El peón de ajedrez es un poema de Constantino Cavafis (Kavafis) (1863 – 1933) poeta griego, una de las figuras literarias más importantes del siglo XX y uno de los mayores exponentes del renacimiento de la lengua griega moderna.

Me gusta mirar a la gente cuando juega al ajedrez.
Mis ojos siguen esos peones
que poco a poco encuentran su camino
hasta alcanzar la última línea.
Ese peón avanza con tal soltura
que te hace pensar que llegando a esa línea
en ella comenzarán sus alegrías y recompensa.
Encuentra muchos obstáculos en su camino.
Los poderosos lanzan sus armas contra él.
Los castillos le acometen con sus
altas almenas; dentro de sus campos
veloces jinetes pretenden con astucia impedir su avance,
y por todos lados, desde el campo enemigo
la amenaza avanza contra él.

Más sale indemne de todos los peligros
y alcanza triunfante la última línea.

Con qué aires de victoria la alcanza
en el momento exacto;
qué alegremente avanza hacia su propia muerte.

Porque al llegar a esa línea, el peón morirá,
todos sus afanes eran para esto.
Cae el Hades del ajedrez,
y de su tumba resucita
la reina que nos salvará.


Jaime Sabines decía:"El ajedrez es creativo necesariamente, y por eso es apasionante, como la poesía"

El documento más antiguo sobre el ajedrez moderno es el poema valenciano Scachs d'amo. Los compositores y a la vez famosos ajedrecistas de ese tiempo, fueron: Francesc de Castellvi, Narcis Vinyoles y Bernat Fenollar. El manuscrito fue publicado en Valencia España en 1475. El poema utiliza el ajedrez como una alegoría del amor. Su estructura se basa en 64 estrofas, en representación de las 64 casillas del tablero de ajedrez. El poema está concebido como un juego de ajedrez entre Marte y Venus. Marte intenta obtener el amor de Venus.

El siguiente poema es de Gaspar María de Nava Álvarez de Noroña, II Conde de Noroña, fue un militar y escritor español del siglo XVI Notaras que la forma de escribir de ese entonces es un poco distinta a la de nuestros días.

Con la bata volcó (¡Quien lo creyera!)

Un juego de algedrez ya adelantado

Hallábase apremiado

El Rey por un Arfil con furia brava

Que á la mano derecha le enfilaba;

Un caballo saltando

Ardoroso le estaba amenazando;

Y estrechando una Torre poderosa;

Ya la gente de á pie por todos lados

Cercábale animosa;

Ya estaban destrozados

Los fuertes batallones;

Ya no había oficiales, ni pëones;

Ya la Reyna contraria

Viendo la suerte varia

Á su favor, cansada del combate;

Le daba un jaque mate;

Y ya el Rey inclinaba su cabeza

Tanto a su brío como a su belleza:

Ella iba á laurëar su hermosa frente

Quando tal terremoto de repente

El campo de batalla se conmueve

Con el porrazo aleve,

que al pasar le dio Quica con la bata.

La lid se desbarata,

Y se miran postrados juntamente

Regias coronas, y plebeya gente;

Y los soldados de los dos partidos

Mezclados, confundidos,

De suerte que aquel día

Al lado se veía

Del humilde pëon el caballero,

Y del ya vencedor el prisionero.

Los dos, que la batalla dirigiendo

Con el talento, y mano, marcialmente

Se estaban divirtiendo,

Con aquel incidente

Inmóbiles se quedaron de repente.


La siguiente adivina Adivinanza. Se encuentra en la obra el Adivinancero popular español


Sesenta y cuatro naciones,

mitad blancas, mitad negras,

en que treinta y dos figuras

juegan a juegos de guerra.


II


En un páramo sin valla,

entre torres y caballos,

está el rey y sus vasallos

dirimiendo una batalla.

Cuando al rey, vencido, humillas,

lo has sacado de casillas.


III

¡Cuánto galán caballero,

cuántas damas y castillos,

cuántos monarcas aliados

en fieras luchas he visto!

Y a lo mejor hasta tú

en mi arena has combatido.


IV

¿Cuál es la varia cuadrilla,

blanca y negra de pecheros,

de unos caballos sin silla,

reyes, damas, caballeros

sin reino, ciudad ni villa?

Nicolas Guillen fue un poeta y periodista cubano que escribió un poema dedicado al tercer campeón del mundo de ajedrez, su compatriota José Raúl Capablanca y dice:


¿Qué sé yo de ajedrez?

Nunca moví un alfil, un peón.

Tengo los ojos ciegos

para el álgebra, los caracteres griegos

y ese tablero filosófico

donde cada figura es

una interrogación.

Pero recuerdo a Capablanca, me lo recuerdan.

En los caminos

me asaltan voces como lanzas.

-Tú, que vienes de Cuba, ¿no has visto a Capablanca?

(Yo respondo que Cuba

se hunde en los ríos como un cocodrilo verde.)

-Tú, que vienes de Cuba, ¿cómo era Capablanca?

(Yo respondo que Cuba

vuela en la tarde como una paloma triste.)

-Tú, que vienes de Cuba, ¿no vendrá Capablanca?

(Yo respondo que Cuba

suena en la noche como una guitarra sola.)

-Tú, que vienes de Cuba, ¿dónde está Capablanca?

(Yo respondo que Cuba es una lágrima.)



Pero las voces me vigilan,

me tienden trampas, me rodean

y me acuchillan y desangran;

pero las voces se levantan

como unas duras, finas bardas;

pero las voces se deslizan

como serpientes largas, húmedas;

pero las voces me persiguen

como alas...


Así pues Capablanca

no está en su trono, sino que anda,

camina, ejerce su gobierno

en las calles del mundo.

Bien está que nos lleve

de Noruega a Zanzíbar,

de Cáncer a la nieve.

Va en un caballo blanco,

caracoleando

sobre puentes y ríos,

junto a torres y alfiles,

el sombrero en la mano

(para las damas)

la sonrisa en el aire

(para los caballeros)

y su caballo blanco

sacando chispas puras

del empedrado...



Rosario Castellanos

La gran poeta mexicana Rosario Castellanos publicó en 1969. Uno sus poemas llamado Ajedrez, es el siguiente:

AJEDREZ


Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos;

quizá para añadir otro interés

a los muchos que ya nos obligaban

decidimos jugar juegos de inteligencia.


Pusimos un tablero en frente de nosotros:

equitativo en piezas, en valores,

en posibilidad de movimientos


Aprendimos la reglas, les juramos respeto

y empezó la partida.


Henos aquí hace un siglo, sentados, meditando

encarnizadamente

cómo dar el zarpazo único que aniquile

de modo inapelable, y para siempre, al otro.



Juan José Arreola


Juan José Arreola fue novelista, cuentista y escribió varios conceptos sobre el ajedrez que aunque están escritos en prosa, no están exentos de poesía, de belleza. A continuación algunos párrafos de su autoría:

El ajedrez es la forma de conformarse del hombre para saciar su sed, su nostalgia de infinito, conformarse en hacer la guerra allí en un espacio limitado. El ajedrez se trata de un duelo de un hombre contra otro, donde lo que es la personalidad del hombre queda comprometida. Cada jugador lucha contra su enemigo interior que es su torpeza o sus hallazgos”.

“Mi padre jamás me enseño el ajedrez que el jugaba, hoy sería un hombre feliz y no tendría ningún problema literario, ni moral, ni amoroso si hubiera llegado a ser una gran ajedrecista. No, lo puede ser, aprendí a los 22 años, muy tarde. El Hombre que no aprende a jugar ajedrez de niño no será un gran ajedrecista Los mayores goces los he tenido en el tablero y mis mejores logros como ajedrecista han sido fuera del tablero de ajedrez: cuando he logrado escribir algún pasaje de prosa que se parece a una serie de jugadas magistrales”.



“Con los peones se ha llegado a sutilezas increíbles se les otorga especializaciones: el peón de caballo dama es labrador, el peón de alfil rey es tejedor. Al alfil lo podríamos calificar de jesuítico, de maquiavélico por que se mueve siempre de manera oblicua. El alfil ha sido considerado un ministro, en Inglaterra obispo, en Francia un juglar: el Fou: el loco. El alfil es el Fouche del ajedrez, avieso como político”


“La torre en cambio es un castillo, es recta sólida. meditando antes de mover, aun sabiendo que el tiempo concedido para cada movimiento es limitado; recordando que cada movimiento nuestro provoca otro en el adversario, difícil pero no imposible de prever; y pagando por los movimientos equivocados”.

¿Existe poesía en los problemas de ajedrez?

Un problema del ajedrez es la colocación de varias piezas del ajedrez sobre el tablero, buscando que quien lo resuelva encuentre no solamente la solución, sino la belleza que se encuentra en la idea de la composición. Dentro del juego del ajedrez en el medio juego, en los finales, los grandes maestros han desarrollado genuinas obras, de la más bella poesía.


Vlladivir Nabocov

Vladimir Nabocov fue un escritor ruso y un creador de numerosos problemas de ajedrez que expreso: “toda poesía es un intento de expresar la posición de uno mismo con respecto al universo abrazado por la conciencia. Coincidía con la idea de que, mientras el científico ve todo lo que sucede en un punto del espacio, el poeta siente todo lo que sucede en un punto del tiempo. Para él los poemas eran, "enigmas descifrados por la intuición". Como creador de problemas de ajedrez, afirmaba que éstos eran"acertijos fantásticos, elegantes y altamente especializados", porque para su composición, "exigen una especial pureza de formas y elementos de contenido fantástico, hasta el extremo de ser capaces de henchir y reventar como una bolsa que contuviera un diablito furioso... 


El tablero de ajedrez que se tiene delante es un campo magnético, un sistema deesfuerzos y simas, un firmamento estrellado... Sin embargo, por mucho que se diga sobre este asunto de la composición de los problemas de ajedrez, no parezco ser capaz de dar a entender la extática esencia del proceso y sus puntos de conexión con otras varias operaciones, más abiertas y fructíferas, de la mente creativa, desde trazar el mapa de peligrosos mares hasta escribir una de esas increíbles novelas en las cuales el autor, preso de un ataque de locura lúcida, se fija ciertas reglas únicas a observar, ciertos obstáculos de pesadilla a vencer, con el celo de la deidad que construye un mundo vivo con los ingredientes más improbables: piedras, carbón y palpitaciones ciegas".

Sobre la invención de estas composiciones ajedrecísticas Navocov contaba: “ se requiere una inspiración de tipo casi musical, casi poética, o, para ser absolutamente exacto, poético-matemática. Con frecuencia, en la amistosa mitad del día, en los márgenes de alguna ocupación trivial, en la ociosa estela de un pensamiento pasajero, sentía, sin previo aviso, una punzada de placer mental al notar que se abría en mi cerebro con un estallido la yema de un problema de ajedrez, prometiéndome así una noche de trabajo y felicidad. 


A veces era una manera de combinar un raro dispositivo estratégico con una rara línea defensiva; otras, la vislumbre de la configuración definitiva de las piezas que traduciría, con humor y gracia, un tema difícil que hasta entonces había desesperado de ser capaz de expresar; o podía ser un simple ademán hecho en medio de mi mente por las diversas unidades de fuerza representadas por los trebejos, algo así como una veloz pantomima, que me sugería nuevas armonías y nuevos enfrentamientos; fuera lo que fuese, pertenecía a un orden especialmente estimulante de sensaciones, y lo único que tengo en contra de todo eso hoy en día es que la maníaca manipulación de figuras esculpidas, o de sus equivalentes mentales, durante mis años más entusiastas y prolíficos, engulló una importante parte del tiempo que hubiese podido dedicar a las aventuras verbales.

En su libro "La Defensa" que trata de la vida de un jugador de ajedrez el escritor relata: "Turati relampagueó los dedos en el aire, y un peón negro, inerte, con un rayo de luz sobre la cabecita, descendió sobre la mesa... Y entonces sus dedos tantalearon y hallaron una combinación encantadora, quebradiza, cristalina que, con un leve retintín se desintegró... e inmediatamente una especie de tempestad musical sobrecogió el tablero... El pensamiento de Luzhin vagaba al través de laberintos arrobadores y terribles... pero en aquella obra espantosa veía algo sorprendentemente insoportable, el horror pleno de las profundidades abismales del ajedrez"..


Nabokov decía que al compositor de problemas de ajedrez se le exige los mismos talentos que caracterizan a toda creación artística digna de ese nombre: originalidad, inventiva, concisión, armonía, complejidad y espléndida impostura

Boris Pasternak (1890 1960), premio Nobel de literatura 1958, en su poema "Marburgo" expresa

"¿Por qué me asusto, cuando conozco el insomnio como la gramática, cuando es mi aliado?

¿Por qué, como la llegada de un sonámbulo, temo

la aparición de los pensamientos habituales,

si las noches se sientan a jugar ajedrez conmigo

sobre el entarimado iluminado por la luna?

Huele a acacia, las ventanas están abiertas de par en par y la pasión, como testimonio, encanece en un ángulo.

Y el álamo es el rey. Yo juego con el insomnio.

El ruiseñor es la dama. Yo muevo al ruiseñor

y la noche gana, las piezas se alejan,

yo reconozco a la blanca mañana en el rostro."

Fernando Arrabal escritor y cineasta es el autor del Himno al ajedrez (para Marcel Duchamp): 



“A mis partidas voy/ de mis partidas vengo…”
Con española de ataque que al tablero transformó. (1)
Con un dios de “macadam” y un cowboy de mi convoy. (2)
Con mi crisálida y toque que lleva espuelas de china. (3)
Con mi armonía de caníbal que sabe de electrochoques. (4)
Con mi frescura de fiordo y mis dientes de león. (5)
Con peón y con peana, y de Castilla el pendón. (6)
Con el torrente y la torre sin marfil desde mi garra. (7)
Con un gato de venganza que en mi frontera maulló. (8)
Con verdad y transparencia de nuestros nardos y espigas. (9)
Con la manzana y la ciencia de serpiente siempreviva. (10)
Con el rey guillotinado por mis vasallos del alma. (11)
Con la Furia y la Gorgona de la psique y la saca. (12)
Con las siete leguas luengas de mi legado y mi lengua. (13)
Con las montañas rocosas de mi risco renaciente. (14)
Con el regalo de magos y las migas de caballo. (15)
Con incendio en el tablero y mi piel de rojo y gualda. (16)
Con el rey descabezado y mi gaviota volando. (17)
“A mis partidas voy/ de mis partidas vengo…”

(1): Ruy López. (2): Steinitz. (3): Yifan Hou (12 años). (4): Fischer joven. (5): Magnus. (6): Morphy. (7): Tal. (8): Alekhine. (9): Hübner y Hölderlin. (10): Almira & Joël. (11): Philidor. (12): Lasker. (13): Capablanca. (14): Kamsky. (15): Spassky. (16): Shirov. (17) Judit Polgar.


.Ferdinand de Saussure fue un lingüista suizo y él comento: “La lengua es un sistema que no conoce más que un orden propio y peculiar. Una comparación con el ajedrez lo hará comprender, mejor... Si reemplazo unas piezas de madera por otras de marfil, el cambio es indiferente para el sistema Pero si disminuyo o aumento el número de piezas, tal cambio afecta profundamente a la gramática del juego. El valor relativo de las piezas depende de su posición en el tablero del mismo modo que en la lengua cada termino tiene un valor por oposición con todos los otros términos"

 Jorge Luís Borges

El siguiente poema “Ajedrez” (lo integran dos sonetos. Los sonetos, constan de catorce versos endecasílabos, es decir de 11 silabas) y es un bello ejemplo de lo dicho por Saussur, tanto en su impecable forma, como en su contenido poético. Pertenece al escritor Jorge Luís Borges, donde cada término tiene un valor gramatical. Imposible cambiar la gramática de este poema, sin alterar su sentido y su lucidez. Sin duda la poesía Ajedrez del escritor argentino Jorge Luis Borges es una de las más bellas que se han escrito sobre este juego.

Ajedrez

En su grave rincón, los jugadores

rigen las lentas piezas. El tablero

los demora hasta el alba en su severo

ámbito en que se odian dos colores.



Adentro irradian mágicos rigores

las formas: torre homérica, ligero

caballo, armada reina, rey postrero,

oblicuo alfil y peones agresores.


Cuando los jugadores se hayan ido,

cuando el tiempo los haya consumido,

ciertamente no habrá cesado el rito.


En el Oriente se encendió esta guerra

cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.

Como el otro, este juego es infinito.


II


Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada

reina, torre directa y peón ladino

sobre lo negro y blanco del camino

buscan y libran su batalla armada.


No saben que la mano señalada

del jugador gobierna su destino,

no saben que un rigor adamantino

sujeta su albedrío y su jornada.


También el jugador es prisionero

(la sentencia es de Omar*) de otro tablero

de negras noches y de blancos días.


Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.

¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza

de polvo y tiempo y sueño y agonía?


* Omar que se refiere la poesía fue Omar Khayyám el célebre matemático, astrónomo, médico y poeta persa que vivió entre los siglos XI y XII y al que se atribuye el siguiente cuarteto poético:


Poesía y ajedrez

Porque esta vida no es
-como probaros espero-,
mas que un difuso tablero
de complicado ajedrez.
Los cuadros blancos: los días
los cuadros negros: las noches...
Y ante el tablero, el Destino
acciona allí con los hombres,
como con piezas que mueve
a su capricho y sin orden...
Y uno tras otro a estuche
van, de la nada sin nombre.




Terminamos con un toque de humorismo, con una parodia del Poema de Manuel Acuña: Nocturno a Rosario, que escribió el Físico Mexicano Marcelo del Castillo, jugador y maestro de la UNAM.

¡Ajedrez! Necesito decirte que te adoro,

decir que te practico con todo el corazón;

que es mucho lo que pierdo, que es mucho lo que lloro,

que ya no puedo tanto, y al grito en que te imploro

se me va la esperanza de ser un día campeón.


Yo quiero que tú sepas que ya hace muchos días

estoy enfermo y pálido por no poder vencer;

que ya se han muerto todas las esperanzas mías

que todas mis partidas se vuelven tan sombrías

que con ningún gambito me puedo defender.



De noche cuando pongo mis sienes en la almohada

y otra vez considero por qué volví a perder,

repaso mi apertura, recuerdo tal jugada,

pero al final las piezas se pierden en la nada

y aquel terrible mate se vuelve a aparecer.


¡Qué hermoso hubiera sido ganar esa partida,

y no haber cometido aquel funesto error!

Plantear otra apertura; jugar con más cuidado;

no perder esa torre; haber peón coronado,

y no arriesgar la reina igual que un perdedor.


Esa era mi esperanza, mas ya que a sus fulgores

se opone lo difícil que es el ajedrez

¡adiós por la vez última, partidas, emociones,

damas, reyes, caballos, alfiles, torres, peones,

adiós tablero amado, ¡no te veré otra vez!



Idea y recopilación Gabriel Capó Vidal